Desde cómo abrirla hasta el tipo de copa en la que debes servirla. Nosotros te decimos todo lo que debes saber sobre esta burbujeante bebida.
Coco Chanel decía que sólo tomaba champagne en dos ocasiones: cuando estaba enamorada y cuando no; el famoso personaje de F. Scott Fitzgerald, Jay Gatsby, abría en cada fiesta ofrecida decenas de botellas; y la mismísima reina de Francia, Maria Antonieta, terminaba sus días con una copa.
Lo sabemos, no hay nada como una copa de champagne, pero para degustar una -y hacerlo con estilo- hay que seguir ciertas reglas. ¿Las conoces? Aquí te las decimos.
Cómo abrirla
Evitemos los champagne showers, la forma correcta de abrir una botella es seguir estos pasos.
- Voltea suavemente la botella boca abajo para que la temperatura se distribuya uniformemente.
- Sostenla por el cuerpo (no por cuello) y retira la cobertura de papel y la jaula.
- Inclínala ligeramente mientras sostienes firmemente el corcho con el pulgar de la otra mano.
- Y aquí está el secreto: gira con delicadeza la botella, no el corcho. Escucharás un suave“¡Pop!”, lo que anuncia que es momento de servir la primera copa.
TE RECOMENDAMOS: Comienza el fin de semana en uno de estos bares de mixología en la CdMx
Cómo servirla:
La fórmula infalible a prueba de derrames es hacerlo en dos fases. Primero, inclinar la copa lentamente para que las paredes se impregnen de burbujas. Después de una pequeña pausa para que la espuma se asiente, verter la segunda parte.
La copa de champagne:
Olvídate de las flautas. Son demasiado estrechas ya que limitan la oxigenación de la bebida, y así no permitiendo que se liberen sus aromas. La mejor opción es una copa para vino blanco o una en forma de tulipán.
Cuánto servir:
La medida justa de una copa de champagne es llenar la copa dos tercios de su capacidad máxima.
…Cheers!