Y 10 productos que deberías usar para que el resultado sea IM-PE-CA-BLE.
Hay mujeres que se hacen religiosamente el manicure en el salón, normalmente una vez por semana. Otras suelen hacérselo ellas mismas en casa y recurren al manicurista solo de forma puntual.
Precisamente a este segundo grupo de mujeres es, probablemente, a quien más le va a interesar este artículo. Aunque siempre es conveniente ponerse en manos profesionales de vez en cuando para un tratamiento más completo, hacerse el manicure en casa puede ser buena idea y un plan perfecto –que se lo pregunten a Sarah Jessica Parker, que dedica los domingos por la noche a poner a punto sus uñas en lo que ella llama Clip Clip Night–, siempre y cuando se cumplan con unas reglas básicas que podríamos resumir así:
- Bowl con aceite de oliva
La noche anterior a hacerte el manicure prueba a hacer este tratamiento súper hidratante: poner en un bowl pequeño aceite de oliva previamente calentado durante unos segundos (sólo para que quede tibio) y meter después las uñas durante unos 15 minutos, secando sin usar agua. Conseguirás hidratar uñas y cutículas y preparar el lienzo perfecto para hacerte el manicure.
- Si vas a usar un tratamiento hidratante…
Uno de los pasos fundamentales de el manicure antes de esmaltar las uñas reside en el tratamiento de las cutículas. Aceptado el hecho de que es mejor empujar las cutículas que cortarlas –sólo deberían cortarse aquellas que sobresalen en exceso y que afean el aspecto de la uña–, después toca hidratar con un tratamiento específico para cutículas.
Si vas a pintar las uñas después, es necesario que, una vez aplicado el aceite o crema para cutículas, vaporices alcohol sobre la uña para que la aplicación del esmalte sea fácil y efectiva.
- El esmalte se retira sin frotar
Además de elegir un quitaesmalte sin acetona para evitar el debilitamiento de las capas de queratina de la uña, es importante que a la hora de retirar el esmalte no frotes la uña. Debes hacer movimientos de arrastre, desde el nacimiento de la uña y hacia abajo, pero sin frotar para no debilitar la uña y para conseguir una retirada más efectiva del esmalte (y no lamentarte por haberte pintado las uñas de rojo).
También puedes poner en práctica este truco: empapar un algodón con quitaesmalte, depositarlo sobre la uña dejándolo unos segundos en contacto y masajear después para retirar.
- La importancia de elegir una buena lima
Es importante invertir en este accesorio y elegir una de cartón o cristal. Recomendamos elegir limas de un gramaje de 180 para evitar que la uña se quiebre o abra en varias capas.
- …Y de limar de esta manera
Los movimientos que ejerzas a la hora de limar tus uñas también son definitorios para que no se rompan ni se escamen. Las uñas se deben limar desde los lados y hacia el centro de manera continuada, pero con movimientos suaves.
Para darles una forma ligeramente redondeada, no limes en línea recta, sino mete la lima ligeramente por debajo de la uña y en los laterales para lograr esa forma.
- Pule la superficie
En el mercado existen limas de cuatro caras con una específica para pulir la superficie de la uña; sin embargo, puedes usar un taco pulidor de los de toda la vida, de los que puedes comprar en tiendas de productos de belleza. Utilízalo para trabajar la superficie de la uña y eliminar los restos de esmaltes anteriores (porque sí, el rojo siempre resulta muy difícil de quitar).
- Aceite de árbol de té contra las uñas amarillas
Que tus uñas amarilleen suele ser algo relativamente normal, sobre todo si usas esmaltes oscuros y muy pigmentados. No obstante, y aunque es importante que consultes a un podólogo en caso de que sean hongos, como norma general utiliza aceite de árbol de té todos los días para que este problema mejore.
- Siempre, siempre, seca las cutículas
Es importante que siempre que te laves las manos recuerdes secar a conciencia tus uñas. Este simple gesto puede frenar el deterioro de la cutícula y el riesgo de aparición de infecciones.
- Base, dos capas de esmalte y top coat
Puede resultar obvio, pero es justo y necesario recordar esto: antes de aplicar cualquier color sobre la uña es necesario aplicar una base que proteja la uña (son muy efectivas las que contienen coco), la alise y facilite la aplicación del esmalte.
Solo así conseguirás que el esmalte no dañe tu uña. Después es necesario aplicar dos capas finas de color y terminar con un top coat que protege y sella el color. Si lo deseas, también puedes añadir un paso final: un producto secante.
- ¿Creías que el esmalte se había secado pero no era así?
Puede que no hayas dejado secar bien el color entre capa y capa. Para evitar que esto pase debes escurrir el pincel antes de aplicar el esmalte y respetar el tiempo de secado de cada capa pintando las dos manos antes de empezar con la segunda ronda de color. Y recuerda que si el esmalte no está en buen estado no vas a poder aplicar capas finas y, por tanto, tendrás más posibilidades de acabar con el color estropeado (y las uñas agrietadas).
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