El terapeuta ideal existe, ¿cómo lo encontramos?

| 7 agosto, 2017     Por:

Si ya te decidiste a trabajar en tu bienestar y equilibrio emocional, toma en cuenta estas sugerencias para elegir al terapeuta que te guiará en el proceso.

Aceptar ir a terapia, o necesitarlo, es un proceso complicado. Los duelos, rupturas, altibajos en el trabajo o en la vida diaria son situaciones que no todos manejamos bien y que necesitamos de alguien para guiarnos en el proceso.

El terapeuta que elijamos, ya sea en consulta particular o en un centro comunitario. además de tener las credenciales necesarias y las referencias de otros pacientes, debe hacerte sentir cómodo desde la primera sesión.

Para encontrarlo, debe cubrir los siguientes puntos:

Vínculo de confianza

Un terapeuta es confidente, espejo y guía. Lo más vital para generar un vínculo terapéutico sano es que te sientas cómoda con la persona que tienes en frente. Si no lo sentiste en la primera sesión, es mejor decírselo y seguir buscando.

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Empatía y respeto

Que te diga lo que es importante, pero sin juzgarte; que respete tu ritmo y tus procesos; que puedas generar confianza y empatía desde tu forma de ser, no la del terapeuta. Es importante que no intente coquetear o sexualizar el trato contigo, y que te enseñe a aceptarte y reconciliarte contigo mismo.

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Un terapeuta debe ser confidente; espejo y guía. (Foto: Unsplah)

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Te guía y aprecias tu avance

Corrientes y estilos hay miles, pero el mejor es siempre aquel con el que te sientas más cómoda viendo avances. Cada persona tiene personalidades, necesidades y objetivos distintos y el terapeuta debe impulsarte y darte las herramientas para que puedas lograrlos.

Con esto en mente, cuando vayas a tu primera sesión tendrás bases para evaluar el nivel de confianza y comodidad que lograste con tu terapeuta, y así, decidir si te comprometes a trabajar en ti misma, pero con su guía.