Jet-lag, cansancio y constantes desplazamientos durante un viaje hacen que tu cuerpo se mal acostumbré y tal vez, haya un aumento de peso.
Viajar, sin duda, es maravilloso. Pero es difícil sentirse a gusto y lleno de energía si estás en un avión, un tren o si tienes jet-lag. Además, el estrés y la falta de sueño pueden ser factores para alterar tu alimentación o tu ciclo de sueño.
Todos estos factores hacen que durante un viaje nuestro cuerpo no se sienta igual y puede, que subamos unos kilitos de más. Es por esto que aquí te dejamos estos sencillos tips para mantenerte en forma mientras estás de viaje.
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Mantente hidratado
Todos sabemos lo importante que es beber agua, pero ¿realmente nos lo tomamos en serio? Se supone que al día debemos beber entre dos litros de agua; sin embargo, si haces ejercicio deberás agregar unos 500-1000 ml por cada hora de ‘workout’-
En un viaje deberás beber entre tres y cuatro litros de agua, así estarás alerta, despierta y concentrada.
Evita la comida del avión
Las aerolíneas suelen ofrecer a los pasajeros pasta, patatas fritas o dulces, todo esto en un viaje en el que pasas la mayor parte del tiempo sentado. Este tipo de comida, además de hacerte sentir más pesado, alterará tus horarios de ir al baño.
Trata de llevar fruta, verduras o frutos secos.
Come cuando llegues a destino
Esto va ligado al punto anterior. Si comes en el avión, te sentirás cansado y lleno; sin embargo, si comes ligero al llegar al destino, te adaptarás aún más rápido.
Muévete, muévete y muévete un poco más
No tienes que ir al gimnasio ni saltar la cuerda durante una hora, pero puedes activarte mientras das un paseo, andas en bici o tomas una clase de yoga. Tener los músculos tensos, cansancio y fatiga no es la mejor mezcla. ¡Libera esas endorfinas!
Caminar es la opción
Pasea por la ciudad, camina hacia tu próxima reunión, evita los taxis y disfruta el paisaje. Los beneficios de caminar, créenos, son increíbles.
No te atasques de comida
Es tentador. Imagínate que estás en Japón, obvio querás probar toda la cocina local; sin embargo, el 90 por ciento de las veces que hacemos esto terminamos casi a punto de reventar.
Si quieres probar cosas nuevas, puedes pedir varias cosas y compartirlas con alguien. Si te has quedado con ganas de probar algo, tendrás una oportunidad al día siguiente. La comida no va a desaparecer de un día para otro.