En los últimos 3 años debo haber leído más de 30 libros y una buena cantidad de artículos que hablan respecto a la formula perfecta para poder ser un gran líder y en consecuencia, ser un agente de cambio para las organizaciones.
Hace poco escuche un comentario de un hombre líder muy respetado para mí que decía:
¿Cómo es posible que algunas empresas logren una cultura tan potente que incluso sus excolaboradores sigan amando sus antiguas empresas?.
Tuve que pensar muy bien respecto a aquello, hasta encontrar en tan solo una palabra muy sencilla la respuesta perfecta: liderazgo.
Simon Sinek dice:
“El liderazgo no es estar a cargo. El liderazgo consiste en cuidar a quienes están a cargo.“
Esto me hace recordar un trabajo pasado donde fuera de los pasillos de recursos humanos estaba pegada una frase que decía:
“Yo cuidaré de mis colaboradores, que mis colaboradores cuidaran de mis clientes”.
No tengo la menor duda que los equipos de trabajo más eficientes saben perfectamente cómo trabajar en conjunto, cada uno conoce su rol, se apoyan entre sí y siempre tienen un líder que no dicta qué es lo que deben hacer.
Su función es apoyar y cuidar a cada uno de los integrantes del equipo. Para lograr esto previamente debió existir un trabajo de mucha práctica, seguimiento y retroalimentación por parte del líder del grupo.
Una empresa que es capaz de dotar a sus cabezas de área con herramientas que faciliten su gestión, respetando sus decisiones y haciéndoles consientes deben tener cuidado de no caer en el micro management, es una empresa que tiene un gran punto a favor, pues logró entender que la cultura de las empresas tarde o temprano se come a bocados la estrategia.
Micro management es una forma de trabajar, donde el jefe tiene un excesivo control sobre las personas y los procesos.
Sé involucra tanto con la operación que pierde visión sobre la misma organización y deja de tener un pensamiento estratégico.
La tarea no es fácil, un jefe tiene el cargo, un líder tiene a la gente de su lado y es capaz de hacer más líderes.
Créanme, vale la pena enfocar nuestros esfuerzos y cuidar a nuestra gente. No necesitamos de una posición dentro del organigrama o equipos de trabajo para inspirar personas y convertirnos en agentes de cambio.