No es tu imaginación, el alcohol, conforme ganamos edad, es más dañino para nuestro organismo pues no lo procesa igual.
El organismo va deshidratándose progresivamente cada vez que soplas las velas; por eso, el alcohol tiene menos facilidad de diluirse en la sangre.
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De acuerdo con una entrevista brindada al diario El País, el doctor Francisco Camarelles, explicó que una vez ingerido, el alcohol pasa del sistema digestivo a la sangre y a partir de ahí se distribuye de acuerdo con el contenido acuoso que hay en el organismo. Es decir, cuanta menos agua haya en tu cuerpo, éste se diluirá más lento.
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Con el alcohol, la función hepática también se altera. Tu cuerpo no sólo se deshidrata con los años, sino que el metabolismo se vuelve más lento.
“Si el proceso de eliminación se ralentiza, el metabolito acetaldehído que se produce y se excreta (más tóxico incluso que el etanol),
Así que ahí lo tienes, si la próxima vez que bebes con tus amigos de la preparatoria terminas más que mareado, los años tienen la culpa.