Hoy se cumplen 37 años de la muerte del arquitecto y pintor mexicano Juan O’Gorman, quién dejó un gran legado al país.
Juan O´Gorman tenía el arte en las venas. Con un padre pintor de origen irlandés, el joven no creció ajeno a los pinceles. Hoy se cumplen 37 años de su muerte, y lo recordamos descifrando el legado que el arquitecto dejó en el país.
La Biblioteca Central (construida en 1948) es quizá la obra más conocida de Juan O`Gorman, pues es una pieza postrera hecha en su etapa de madurez, y desde luego, es muy conocidaa, fundamentalmente, por los murales que ocupan las cuatro fachadas.
Cuando O´Gorman decidió estar a la cabeza del diseño de esta construcción, ya había llegado a una conciliación consigo mismo, reconociendo que la arquitectura resolvía temas de uso, de funcionalidad, de economía, pero también problemas estéticos.
A pesar de que Juan O´Gorman se dedicó a la arquitectura la mayor parte de su vida, la pintura siempre estuvo presente no sólo porque su padre se dedicaba a ello, sino porque esta faceta le hizo comprender desde otro ángulo su carrera.
O’Gorman pintó el mural Retablo de la Independencia en el Castillo de Chapultepec, entre 1960 y 1961, mientras que años atrás, en 1942, realizó otro en la Biblioteca Gertrudis Bocanegra en Pátzcuaro, Michoacán.
De acuerdo con una nota publicada en Reporte Índigo, O´Gorman no fue un pintor propagandístico, sino uno que a pesar de que pintaba sobre la Revolución Mexicana y la Independencia de México, era un historiador desde las artes plásticas