Dile adiós al miedo de comer solo con estos sencillos pasos.
¿Alguna vez irías a un restaurante solo? Muchas personas ven el comer solo como un error social lleno de suposiciones, en donde la principal es la falta de amigos. Newsflash: sus acompañantes están tan envueltos en sí mismos – en sus alimentos, sus teléfonos, que nadie se da cuenta de que están por su cuenta.
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Además, comer solo puede ser tiempo valioso en donde las ansiedades, los correos electrónicos, las notificaciones y las reuniones brillarán por su ausencia. ¿Sigues sintiéndote ansioso? Abandona tu iPhone y disfruta el quality time contigo mismo. Comer solo puede ser satisfactorio – sólo tienes que seguir nuestra guía de seis puntos:
Escoge el restaurante indicado:
Manteles blancos, iluminación de bajo nivel y estrellas Michelin no hacen una exitosa experiencia para un comedor solitario.
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Escoge adecuadamente tu lugar:
Elige una mesa en lo alto en el bar, desde donde puedas observar todo. No te preocupes por mirar o escuchar a escondidas. Aquellos que te rodean estarán tan absorbidos por sí mismos que no se darán cuenta de que estás mirando alrededor.
Elige el ‘spot’ indicado, olvídate de celular y presiones y ahora sí, ¡bon apetito! (Foto: Unsplash)
Lleva un libro o una revista:
Un periódico también puede servir. Pasar páginas impresas – en lugar de desplazarse a través de un teléfono – indica seguridad. Si llevas un libro, es mucho más probable iniciar una conversación con otra persona.
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Ordena lo que quieras:
Sin la presión de preocuparse por los post-dinner kisses (como los ingredientes prohibidos: el ajo y cebolla), o ser juzgado por amigos si pides un plato y te lo comes tú solo, ahora eres libre de elegir lo que quieras en el menú. Todo lo que dice que se requiere un poco de tiempo de preparación debe ser cuidadosamente considerado (¿realmente quieres esperar 30 minutos para tu comida?, quizás no), pero ordena lo que realmente se te antoje.
¿Quieres la hamburguesa con doble queso? ¡Pídela! ¿Postre de chocolate? ¡También! (Foto: Unsplash)
Involucra a tu mesero:
Puede notar como van cambiando su trato a medida que se dan cuenta que vas solo. Los camareros – tanto hombres como mujeres – tienden a ser un poco más atentos y habladores. ¿A caso están teniendo piedad de ti por estar comiendo solo en un restaurante? Quizás. ¿Presumen que son solteros y por lo tanto empiezan un poco de coqueteo? Tal vez. De cualquier manera, tu experiencia en el restaurante no será peor por esa atención extra.
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Comer solo y beber solo no es lo mismo:
No estamos aquí para juzgar, pero hay que anotar: comer solo y beber solo no son lo mismo. Sentarte a disfrutar un plato de pasta con una copa de vino no tiene nada de malo, pero estar en un bar, comer y emborracharte… digamos que no es lo ideal. Si quieres sólo una copa de vino y no tienes compañero, ve por ella: consigue algunas aceitunas para acompañar, disfruta, y luego paga la cuenta.
