Luego de que la penúltima tienda que quedaba en Australia anunció su cierre para finales de mes, un establecimiento en Oregón se convirtió en el último Blockbuster del mundo.
Desde el 7 de marzo ya no es posible alquilar películas en el último Blockbuster de Morley (Australia) y sus películas comenzarán a venderse al público, que también podrá hacerse con carteles de recuerdo, de acuerdo con la agencia francesa AFP.
Hasta el 31 de marzo únicamente se dedicará a esta actividad -sin olvidar la recepción de las películas alquiladas hasta el día 7- y entonces cerrará definitivamente sus puertas. Es decir, a partir del 1 de abril únicamente quedará un Blockbuster en todo el mundo.
La tienda está en Bend, Oregón, y al menos por ahora ha conseguido resistir a la época del invasor, que toma la forma de Netflix, HBO o Amazon Prime. Este establecimiento sobrevive en parte gracias a sus clientes fieles, a los curiosos y nostálgicos que se acercan cada cierto tiempo (y a quienes venden gorras, camisetas, pegatinas o imanes) y por no tener que pagar renta: sus propietarios también son los dueños de parte del edificio en el que se encuentra, según The Bend Bulletin, un medio local.
El penúltimo Blockbuster fue obligado en su momento a informar a sus clientes de que no pertenecía a Dish Network, la empresa que compró Blockbuster en abril de 2011 por 320 millones de dólares y cerró la cadena apenas dos años y medio más tarde, en noviembre de 2013. Desde entonces cada vez quedaban menos tiendas.
Nos acaban de hablar de una estación de radio australiana. El último Blockbuster en Australia cerrará a finales de mes, haciendo de nuestra tienda en Bend, Oregon el último Blockbuster en el planeta
Hace apenas un año todavía había otros cuatro Blockbuster en Alaska, donde sus largos inviernos y la ausencia de conexión a internet de calidad fue lo que le hizo frente al acoso de Netflix. Pero pronto, eso dejó de funcionar. Como curiosidad, a pesar de tratarse de un establecimiento pequeño, tiene más de 650 valoraciones en Google Maps y una nota de 4.9 estrellas sobre cinco. Los comentarios son, en general, muy positivos y en ellos los clientes les agradecen que permanezcan abiertos, pues consideran la cadena de alquiler una parte de su pasado.
Claro que también hay quien critica su catálogo, la atención al cliente o sencillamente tener que desplazarse hasta la tienda para hacerse con las películas: “puedo ser vago sin más, Netflix acabó con ustedes”. Excepto en el caso de esta aldea que resiste ahora y ¿siempre? al invasor.