Stay neat… ¿cómo lograr que el blanco de tus tenis permanezca?

Ellos | 14 junio, 2018     Por: Adriana Cobos

Los tenis blancos son elegantes, están de moda y son cómodos. Solo un problema: se ensucian con solo mirarlos.

 

Los tenis blancos son como los cuellos de camisa: un elemento de estilo imprescindible que, sin embargo, cuesta mantener limpio.

Desde que las marcas deportivas, con los Adidas Stan Smith a la cabeza, hicieron su entrada triunfal en la moda urbana, hasta las últimas incursiones de músicos como Usher o Nick Jonas con tenis blancos en la alfombra roja, la presencia de este tipo de calzado en nuestra vida ha ganado adeptos tan icónicos que todo millenial busca imitar.

“Las zapatillas blancas son los nuevos zapatos de lujo”, explica la semióloga Silvia Bianchi, especializada en moda al diario El País.

“Antes se llevaban sucias porque implicaban autenticidad, pero ahora es distinto: una zapatilla impecable parece indicar que su propietario tiene una gran colección, y por lo tanto puede mantenerlas limpias sin esfuerzo”, añade.

Sin embargo, su proliferación no ha traído una solución definitiva para su mayor problema: se ensucian con solo mirarlas. Lo cierto es que exigen mucho más cuidado que los tenis de otros colores. Estas son algunas de las claves para mantenerlos impecables.

 

¿Lavadora? Nunca

El mayor problema de lavar los tenis en la lavadora no es sólo el daño que pueden sufrir durante el centrifugado, sino algo mucho más mundano: el desteñido. Recuerda que algunos tenis tienen detalles de color en la etiqueta, por lo que pueden teñirse de colores como el rosa o el azul.Otro problema del lavado a máquina es el agua caliente, que tiende a estropear las fibras, o el deterioro del tejido, que es muy habitual que pase de un blanco reluciente a un tono amarillento si elegimos un detergente poco delicado.

 

Menos productos y más constancia

Seguro que en el súper encontrarás muchos productos para el cuidado del calzado, pero los especialistas afirman que lo más recomendable, en términos generales, es agua y jabón. Lo ideal es aplicarlo con un trapo y un cepillo de calzado. Además, se puede emplear un cepillo de dientes (sí, de dientes) para las zonas más difíciles.

Respecto a los materiales, la piel suele aguantar mejor las manchas que la lona, con la excepción del ante que requiere productos específicos. Eso sí, lo más importante es convertir la limpieza en un hábito frecuente. Eliminar las manchas lo antes posible es imprescindible para impedir que penetren en las fibras textiles y se conviertan en algo permanente. En cualquier caso, hay que tener cuidado con la lona o el ante, que son materiales más delicados y pueden deteriorarse si frotas con demasiada fuerza.

 

Más vale prevenir que frotar

Un spray impermeabilizante para prolongar la resistencia de las zapatillas a las mancha crea una capa adicional sobre el tejido que repele el agua, y si los aplicamos antes del primer uso podemos asegurarnos una mejor conservación. Estos productos son útiles para materiales delicados como el ante. Se aplican una sola vez y protegen las piezas especiales o las ediciones limitadas.

 

Tenis bien guardados=tenis limpios

Conservarlos en buenas condiciones implica también cuidarlos al máximo cuando no las llevamos puestas. Guardarlos en su caja o en bolsas de tela es un modo ideal de mantenerlos impecables. También es aconsejable protegerlos con papel absorbente en el interior, especialmente si solemos llevarlos sin calcetines: de este modo, la humedad desaparece y los tenis se deterioran menos.

Llevarlos sucios era un símbolo de autenticidad, pero hoy ese mensaje no es tan poderoso. En una época en que impera la filosofía de la moda de usar y tirar, cuidar un par de tenis es un gesto muy significativo, indica que queremos que sea parte de nuestra personalidad durante mucho tiempo.

Bonus: no descuides las agujetas

Son parte esencial de este calzado y sin embargo a veces nos olvidamos de ellas. Unos cordones sucios pueden arruinar unos tenis decentes. Para solucionarlo, lávelos sin problemas, ya que es el único elemento del calzado que pueden meterse en la lavadora (siempre dentro de una bolsita de lavado o una funda de almohada). Si están demasiado sucios, compra unas agujetas nuevas. Tus tenis te lo agradecerán.