¿Por qué cerró El Imperial?

Agenda | 11 julio, 2018     Por: Adriana C.

Mi primera vez en El Imperial la recuerdo entre ‘camineras’, luces borrosas y mucha música. ¡Te vamos a extrañar!.

 

Aún recuerdo mi primera vez en El Imperial. Cursaba el segundo año de la universidad, tenía la energía a tope y amigos por montón. Ese sábado  curiosamente no salí con mis amigos de la EPCSG (Escuela de Periodismo Carlos Septién García) sino con mis primos y mi hermana. El grupo de esa noche era variopinto: dos parejas cuarentonas, una trigueña de El Salvador y dos mexicanas de veintitantos (yo incluida).

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Ir al famoso bar ubicado en Álvaro Obregón 293 no fue parte del plan; sin embargo, se coló entre las opciones tras dos horas de hacer bar hopping. Por lo que recuerdo (jeje), alguien gritó “Vamos al Imperial, güey, va a tocar un amigo”. Entre tropezones, luces borrosas, camineras y un viaje en Uber, llegamos a El Imperial.

Jamás había pisado ese lugar. Intenté sentarme -de verdad, lo necesitaba- por supuesto fallé en el intento: había más gente que asientos en ese lugar. Seguí tomando, pus qué. Una cerveza, un güisqui, ¿un mezcalito? pus va. Nunca supimos quién fue el famoso amigo que iba a tocar, pero lo hizo bien. Era un DJ set con puro funk. Funk del bueno. Jimmy ‘Bo’ Horne, Frankie Smith, Fat Larry’s Band y hasta Prince.

Long story short… después de mucho baile, risas, alcohol y hasta un momento incómodo con Rulo (sí, el señor de Reactor 105.7) en el que le pedí un abrazo (¿¿??) me llevaron a mi casa -gracias por todo primos, lqm-. Desperté al día siguiente con una SEÑORA cruda, pero definitivamente con ganas de regresar a El Imperial. Tres años pasaron y nunca volví. ¿La mala noticia? Lo cerraron el pasado fin de semana.

La razones

De acuerdo con una entrevista que le hizo Chilango a los dueños del lugar, el músico Atto Attié y el promotor Jorge González, no hay hilo negro tras el cierre de este icónico escenario, simplemente buscaban cerrar un ciclo. “Lo mantuvimos en secreto, pero la verdad es que lo veníamos planeando desde hace rato, aprovechando que cumplíamos 10 años, queríamos cerrar el ciclo”, dijo Jorge González al sitio.

En su escenario tocaron grandes como Fobia, Hello Seahorse!, Agrupación Cariño, Enjambre, Los Músicos de José, Shenan, Descartes a Kant, Silverio, Denver y Quiero Club. Esas son solo algunas de las bandas que pasaron por el 293 de Álvaro Obregón y que en su momento fueron propuestas emergentes.

Tras cientos de noches memorables (como la que yo pasé ahí), los creadores de este proyecto, que impulsó por años la música indie, se llevan una gran satisfacción con más de dos mil conciertos organizados en el recinto.

«Me quedo con la parte de que finalmente nos dimos cuenta de cuánto talento musical hay en nuestro país. La verdad es que nunca imaginamos que íbamos a recibir tantas propuestas con tanta calidad. Me quedo con el gusto de la música, de haber recibido cosas frescas y de saber que hay talento para rato en nuestro país», dijo Atto.

El Imperial abrió sus puertas el 21 de mayo de 2008. El lugar, ocupaba el que había dejado el legendario bar Piraña, un punto importante de la escena underground de la ciudad. Su objetivo era brindar un espacio para la música independiente, con una buena calidad de audio y un escenario que fuera más allá de una simple tarima.

¿Qué sigue?

«Por ahora no tenemos ningún plan sólido ni claro de nada. Después de 10 años de estar trabajando necesitamos unas semanitas de vacaciones. Probablemente en el futuro venga algo, pero por lo pronto no hay ningún plan», dijeron los dueños de este proyecto.