‘Nesting’, o el placer de no hacer nada

21 News | 16 junio, 2018     Por: Impacto21

Del inglés ‘nest’, que significa ‘nido’; el ‘nesting’ se trata de la tendencia a quedarse en casa dedicándose al ‘dolce far niente’.

 

Permanecer todo el fin de semana en casa es la nueva solución terapéutica para rebajar la ansiedad, descansar mejor y disminuir el estrés. Lo dicen los expertos y muchos lo ponemos en práctica casi sin darnos cuenta. Hacer el vago evoluciona y se convierte en la mejor fórmula para desconectar de la rutina diaria, reponer fuerzas y, por qué no, ahorrar dinero. Hablamos del ‘nesting’, una moda nada novedosa que tiene tantos devotos como opositores.

Del inglés ‘nest’, que significa nido, el ‘nesting‘ no es más que otra forma de nombrar al ‘sofamanting’ (quedarse en el sofá con la mantita), que a su vez tiene su origen en el ‘cocooning’ (‘cocoon’ significa capullo o crisálida en lengua anglosajona), una tendencia que empezó a observarse en Norteamérica en los 80, cuando gran parte de la población comenzó a retraerse en sí misma, a rechazar el contacto social y a destinar el dinero reservado para el ocio a acondicionar sus hogares.

Por aquél entonces el ostracismo lo provocó el miedo a un exterior que se había vuelto confuso y que se convirtió en aterrador tras el 11S. Ahora, la culpa (o la excusa) es de las redes sociales, el ‘take away’ a la carta, la posibilidad de hacer la compra desde el sillón y de que nos limpien la casa. Con tantas opciones, ¿para qué salir a la calle?

El ritmo de vida actual y la conexión total de los milleanial nos lleva, en ocasiones, a una necesidad de aislamiento para recuperarnos de la apretada agenda del día a día. El ‘nesting’ aparece como respuesta invitándonos a cobijarnos en la intimidad de nuestra casa.

Pasar tiempo con tu novix, con la familia o con uno mismo, disfrutar de un buen libro, tomar un baño caliente, acabar la temporada de esa serie o, simplemente, darte el capricho de no hacer nada, se presentan como los mejores planes para pasar el fin de semana hibernando.

“Con el ‘nesting’ pasa lo mismo que con el ‘mindfulness’. En ambos casos se trata de estar presente. Son palabras nuevas que surgen para recordarnos algo que es importante en el mundo en el que vivimos”, explicó Paula Sánchez Alarcón, psicoterapeuta, en una entrevista para la BBC.

“No se trata de decidir si es mejor salir o quedarse en casa. Lo importante es encontrar el equilibrio entre socializar y estar con uno mismo, e integrar ambas partes. La clave está en escucharse”.

Cualquier cosa vale en esto del ‘nesting’, incluso aburrirse. El aburrimiento es un sentimiento que hemos olvidado y que, no sólo nos adormece la mente, sino que es capaz de volver al individuo más altruista y empático.

“Cuando estamos en momentos de no hacer nada acabamos valorando mucho más cualquier cosa que hacemos. Nuestro cerebro necesita silencio para poder escuchar”. Pero no hacer nada no es tan sencillo como parece. Nos hemos acostumbrado a permanecer en una actividad constante de la que nos cuesta despegarnos sin que aparezca la ansiedad, la frustración o la culpa.

Según la psicóloga, “es fundamental no ponerse a hacer ese millón de cosas que teníamos acumuladas, sino permitirse espacios para no hacer nada. Para algunas personas nada es leer un libro, para otras tomarse un té o ver una película. Nada es cualquier cosa que ayude a equilibrar nuestro estrés y nuestro exceso de energía”.

La importancia de la decoración

Uno de los puntos importantes del ‘nesting’ es la de crear espacios para desconectarte del exterior. Si vas a pasar dos días en casa, mejor que sea en un ambiente atractivo y acogedor. El ‘nesting’ busca que el hogar y sus elementos sean funcionales pero también agradables, cómodos y reconfortantes. 

Esperar entre las sábanas un buen desayuno, leer el periódico acostado en el sillón o hacer ejercicios de relajación en la cama pueden ser grandes opciones para disfrutar de lo que los italianos llaman il dolce far niente’ Para conseguirlo, la habitación debe permanecer fresca y tranquila y, en la medida de lo posible, sin dispositivos electrónicos.

Aunque el cansancio te lleve en ocasiones a distracciones banales, la start-up londinense eve Sleep, especializada en dormitorios, sugiere  cambiar el wifi por “rutinas analógicas que logren distraernos de los pensamientos del día y nos ayuden a reducir el estrés”. Recuerda que la iluminación también es importante: la luz natural en un día soleado contribuirá a aportarnos una dosis extra de energía.

Por último, para no ganar kilos después de la inactividad, procura que tus colaciones sean saludables para poder seguir disfrutando de lo dulce de no hacer nada. ¡Bye, papitas!